Da mucha pena (y cólera) ver como un parque tan bonito como el Raymondi (ubicado en el malecón Cisneros) se ha convertido en los últimos años en un depósito de excremento de perro recogido a medias. Adoro a los perros y espero pronto tener uno. Pero también adoro a los niños (en especial a los propios) y es increible ver como estos estan confinados a jugar en un espacio circular con unos juegos minúsculos y césped sintético, mientras los perros pasean libremente por todo el parque, ensuciandolo, muchos de ellos sin cadena y/o bozal.
Y no es que NO exista un espacio para estos animalitos, que finalmente no tienen la culpa. Pero son pocos los dueños concientes de la situación que usan los espacios cerrados y apropiados, y que limpian como debe de ser los desperdicios de sus mascotas. Para muestra unos cuantos botones.
Y el alcalde? Ummmmm, bueno seguramente peleandose con los del Downtown y esas cosas.
Y no es que NO exista un espacio para estos animalitos, que finalmente no tienen la culpa. Pero son pocos los dueños concientes de la situación que usan los espacios cerrados y apropiados, y que limpian como debe de ser los desperdicios de sus mascotas. Para muestra unos cuantos botones.
Y el alcalde? Ummmmm, bueno seguramente peleandose con los del Downtown y esas cosas.